domingo, 28 de agosto de 2011

XXX

Que hablen.
Que hablen a mis espaldas.
Que hablen a los gusanos
que habitan mis entrañas.
Inerte, antaño humano,
saco de podredumbre.
Cenizas en el viento
quizá no me acostumbre
a ser ahora sustento.

Que hablen
del absurdo vacío,
de la esencia del mundo.
Entendimiento frío
en el vacío absurdo.
Mis últimos latidos
marcan tiempos de llantos
de los seres queridos.

Que callen.
Que me olviden.
Música escuchen
y a la muerte dancen.

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