domingo, 26 de junio de 2011

XXII - REMANDO RIMAS

Antié quise escribir versos feos,
asquerosos, más no sentí náusea.
Las murallas hechas de palabras
construyen las celdas de los reos.
Tabúes son llaves de cerraduras.
Palabras mudas. Palabras sordas.
Mordaz astucia que exhorta a tortas
y corta al alma en dobles fisuras.
Pobres dobles nobles, comen cobres...
...y acuñan moneda apuñalada.

Al leer los versos escritos
ni encuentro unos vientos deformes
ni encuentro a los versos bonitos.
Ni por fin callan los murmullos
ni nadie se atreve a alzar gritos.
No sé si carecer de orgullo
o ponérmelo de uniforme.

No fuyades, no con tus llaves
del candado de mis fauces.
Cuando mi sombra cruces
querrás un final feliz.
Despreocupaste
pensamientos
insomnes.
Feliz
fin.

sábado, 18 de junio de 2011

XXI - MONOCROMO

Existencia escrita en papel de calco.
Ruina de rutina, querencia de tanto...
El Este recibe luz de la mañana.
Éste que os escribe no recibe nada.

El niño era entonces hombre del mañana,
mirada de bronce desilusionada.
Los años desgastan si el río no se seca.
Nadie dijo ¡Basta! Quedó el alma hueca.

Río a carcajadas
para callar penas.
¡Ay, sonrisa ajada
puesta con cadenas!

Pasan sucesiones de días similares,
las mismas cuestiones, los mismos lugares,
sólo dos certezas: "Tu tiempo es finito
y cuando perezcas tu fin será escrito."

viernes, 10 de junio de 2011

XX - EL JUICIO

-Actuaré sin esperar nada a cambio, no como vosotros.
Me aferraré a mi sólido principio más pronto que pronto.
El Principado de las Tres Agujas ha considerado
dinamitar sus bienes más preciados en quema de brujas.

Surgen las dudas
del populacho
No duran mucho,
profieren borrachos:

-¡Deja de actuar!
¡Príncipe colgado!
¡Quiero colgar del cuello
la corona del principado!

Príncipe suda,
mira a su padre.
-Majestad, ¿debo . . . ? ¡Asco! ¡Placebo!
Actúo sin esperar respuesta, mi principal deber
es no malinfluenciarme por aquesta, mucho costó aprender
a decidir detonar estas tierras. Actúo sin esperar.
No importa lo que nadie mendigue, se queje o me demande.
Actúo sin que me importe nunca nadie, ¡me muera me manden!
Mira la chispa de esta cerilla.
Mira tu mundo de pacotilla.

Príncipe frota a
Fósforo Ensueños.
Éste se enfada.
Éste despierta a
Diesel y Leño.
Repercusión del
chispazo pequeño
fue la explosión.
Maldicen aquestes,
gritan aquellos.
Fuegos agrestes,
fealdad de lo bello,
¿Es nauseabundo
ver cómo estalla?
Cierra los ojos,
con quemaduras
en la pupila.
La luz te ciega
. . .
a
.. .


..



.








XIX

Las camisas de once varas
a mi me quedan pequeñas.
Según la moda de taras
hoy se llevan las de fuerza.
Cae un muñeco vudú
al pozo de los deseos
a ver si te ahogas tú
y te echan menos de menos...

martes, 7 de junio de 2011

El vértigo de Ícaro

Monotonía, una, otra y otra vez, rodeado de gente que no sabe leer entre líneas, apretando mas el círculo, ahogando, asfixiando. Nadie se entera de nada, hay que decirlo todo dos veces. Hay que pensarlo todo dos veces. No creo que vivas tantas veces, así que piensa cómo escapar. Un día tuviste tu oportunidad, pero la tiraste al suelo como propaganda barata. Otro día vino, pero estabas ocupado. O preocupado. O distraído. Quien sabe... Los panfletos se acumulan en tu asquerosa circunferencia. Otro día te brindaron esa oportunidad de otra manera aún más sencilla, pero la creíste arriesgada y la desperdiciaste de nuevo. Creíste que todos los días vendrían a convencerte, y que cada día sería más sencillo aprovecharla, bastaba con vencerte y que dijeras "Si". Pero si siempre das largas escusas que a nadie importan será porque nadie te importa, o que en el fondo tampoco es tan importante. Y llegó ese fatídico día en el que se cansaron de brindarte oportunidades. Y caíste.

Caíste porque te hartaste de mundo en el que viviste. Porque en tu espalda pesan las alas, y no quieres cargarte de culpa, así que se la echas a otros. Esos otros te la echan a ti, y os las tiráis discutiendo continuamente, aparentando valentía para creer y callar los miedos. Hubo un momento en el que, mediante el ritmo, todas las culpas quedaron suspendidas en el aire. Durante ese instante, el mundo fue un lugar maravilloso. Fue un lugar sin miedos para los cobardes. Fue un lugar bonito para los atentos. Anonadados quedaron sus habitantes. Pero el tiempo avanzo impasible, y una culpa cayó sobre el cualquiera al que se la tiraste. Ese cualquiera tuvo la culpa de todo. Pudo haber caído sobre ti, pero tu caíste. Él tuvo la culpa. Tu se la arrojaste. No sabría decir si tuviste suerte o no. Ícaro, se te quemaron las alas. Tu conciencia se fumó un cigarro pero no apagó la colilla. Tú le dijiste que jugara con fuego.

Y caíste y caíste, arrepentido de no haberte arriesgado a correr, de no haber dicho ni "Si" ni "No", arrepentido sobre todo por no haber luchado, de haberlo dado todo por seguro, de haber fracasado estrepitosamente. Y caíste de nuevo en el círculo, en ese pequeño agujero que oprime cada día más, en tu pequeño hueco de entre la gente. Personas ciegas, pues no quieren ver. Personas que simplemente no quieren escuchar. Personas de entre las cuales te crees superior. Por eso no las quieres ver, los consideras escoria. No las quieres escuchar, no dicen más que sandeces. Algún día te darás cuenta cuando prestes atención que tú y todos los que te rodean, y todos los que os tenéis ese irónico desprecio mutuo desperdiciasteis las mismas oportunidades en distinto calibre.

XVIII

Ella se cambia el vestido
tras de su biombo de nubes.
El viento sopla silbidos,
nube a nube el biombo sube
entonando la laguna
llamada Claro de Luna.

lunes, 6 de junio de 2011

XVII - JUECES

Contradicciones de lo humano
a mis reflexiones llegaron
mientras contemplaba mis manos
sintiendo frío tacto mundano.
¿Qué juicio le quedará al necio?
¿Qué precio ponerle al pecado?
Me daña el tiempo de la espera
que se adhiere a mis costados,
que empuja al pasar a mi vera
sin poder pasarlo a tu lado.
Cuando a mi me olvide el presente
dejaré de mirar mis manos.
También me duele que me ordenen
y que me olvide el pasado.
Sangra la voz resquebrajada
de mi maltratada conciencia.
Cáusale atroz fatiga atada
a las tripas de mi paciencia.

Mísera bruja del lujo, qué
bien sedujo, qué mal distrajo a
las contradicciones del brujo
que de la campana es badajo.
Ascienden voces desde abajo.
Seguramente se deba a que
mil contradicciones discuten
a gritos, no puedo acallarlas.
Miro mis manos mas no huyen.
Tras ellas oculto la cara.
Espero que no se percaten
de mi máscara improvisada.
Tras la que mira delatora
una mirada avergonzada.

domingo, 5 de junio de 2011

XVI - MIEDOS

Medio día durmiendo.
No hay término medio.
Medio despertado
corro tras el sueño
que se me ha escapado.
¡Valiente figura
medias tintas rosas!
Rojo desteñido
tejido en la forja.
Cuelga el alboroto
como hojas de fresno.
Medio beso roto
que se llevó el viento.
Lo traeré. Lo traeré
dentro de otro sueño.
¡Niño levántate,
que el Sol está ardiendo!
Perdí medio tiempo,
pero he decidido
no buscar de nuevo
el tiempo perdido.
Me tientan, no valgo
para no buscarte
porque lo contrario
es inevitable.
No hay término medio.