viernes, 26 de octubre de 2012

XLV - YA

No por no haberse curvado
la silueta de la boca
la sonrisa se ha turbado,
pues más duro que la roca
es el miedo en las entrañas
con una función marcada.
Donde crecen las legañas
quedó la ilusión gastada.
Cuentan de unas enseñanzas
varias veces traducidas
que a pesar de la tardanza
dan esperanza a la vida.
Ensalzaron al nacido
en calidad de maestro.
De todo aquel que se ha ido
queda un llanto, que es el nuestro.
Así llegó el redentor
mas no acabó el sufrimiento.
Duró muy poco el calor
porque se lo llevó el viento.
Surgió fuerte autoridad
al crecer la confianza.
El Dios nos dio la verdad
con la ofensa y la venganza.
Deja de esperar que emprenda
sendas la desesperanza.
Quien el sufrimiento entienda
ya tarda en darse a la danza.
¿Saben cuándo acabará?
Dicha latencia es debida
a que el dolor pasará
si llega al fin esta vida.
Nunca repriman el gozo
de reírse demasiado
Nadie en exceso ríe
porque el tiempo es limitado.
Cuando acabe el sufrimiento
los temores, los placeres,
la apatía, el aliento,
ya no serás lo que eras,
lo que fuiste, lo que eres.