lunes, 11 de abril de 2011

IV - DULCE INSOMNIO

Dicen los demonios
que de madrugada
hacen aquelarres
dentro de mi almohada.
No pego la oreja
más la algarabía
de noche no deja
descansar al día.
De pensar no duermo
y al pensar no hallo
merecido sueño
ni ansiado desmayo.
Otra noche en vela
que del puerto zarpa,
vislumbra y recela
veredas del alba.

1 comentario:

  1. Leer esto con el sueño pegado a las sienes pero con párpados desobedientes hace que tu poema cobre más sentido. Tu blog tiene un ritmo magnífico, de músico, y el uso de la palabra es limpio, perfecto. Enhorabuena, saludos!

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