Dicen los demonios
que de madrugada
hacen aquelarres
dentro de mi almohada.
No pego la oreja
más la algarabía
de noche no deja
descansar al día.
De pensar no duermo
y al pensar no hallo
merecido sueño
ni ansiado desmayo.
Otra noche en vela
que del puerto zarpa,
vislumbra y recela
veredas del alba.
Leer esto con el sueño pegado a las sienes pero con párpados desobedientes hace que tu poema cobre más sentido. Tu blog tiene un ritmo magnífico, de músico, y el uso de la palabra es limpio, perfecto. Enhorabuena, saludos!
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