jueves, 17 de septiembre de 2015

EMPUJONES

No sé si temo más
a la caída o al abismo,
al aviso o a la llegada,
a la nostalgia o a las moscas,
al epitafio o al infarto,
a la nada o al temor mismo.

"No me dejes caer", te diré.
No me hagas caso.
Empújame bien fuerte,
sin paracaídas,
que yo me colaré
por los huecos de la red
que no tejiste.
Déjame dulce veneno
atado a la cuerda floja
y espérame en tierra firme.

Te cambio el paisaje de mi infancia
por la luz de tu ventana,
mi ermita por tu urbe,
mi rutina en ruinas
por tu mano abierta,
el olor a césped recién cortado
por el de tu pelo mojado,
el miedo a morir por la ilusión de renacer.
Me cabe la vida entera en una maleta
y aún me sobra espacio
para el empujón que te pedí.

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